jueves, 26 de octubre de 2023

¿Estado o Mercado?

Puede decirse que el Estado y el Mercado son los dos ejes que atraviesan toda estructura política que existió, existe y existirá. No existe el Peronismo, no existe el Radicalismo, no existe la UCD, no existe la Alianza, no existe el Kirchnerismo, no existe el PRO, no existe Juntos por el Cambio, no existe la Libertad Avanza. Existe el Estado y existe el Mercado.

No existen estas fuerzas en tanto no contienen nada de lo que se está discutiendo como Modelo de País. Existen solo en sus características de identidad de pertenencia, en su simbología, en sus eslóganes, todo lo que forma una identidad partidaria. No existen en tanto que no son relevantes esos matices para la discusión que se viene en las elecciones de 19 de noviembre. La discusión que se ha generado es cuál es el rol del Estado y las bondades del Mercado.

¿No hay Estado en los países del primer mundo?

La respuesta es simple; en los paises del primer mundo HAY ESTADO. En Gran Bretaña, la educación es pública y privada, pero el 90% de los estudiantes en el Reino Unido concurren a las Escuelas Estatales, que son administradas y financiadas por el Estado, sólo un 10% concurren a escuelas privadas (ver - en inglés - The UK Education System). Tomo como referencia al Reino Unido pues el país de donde muchos coinciden se originó el Capitalismo. ¿Qué pasa con la salud en el Reino Unido? También es pública, basta con hacer el ejercicio de mirar el documental "Sicko" de Michael Moore, donde aborda la temática de los sistemas de salud en Europa y los compara con Norteamérica (ver extracto de "sicko", Sistema de Salud británico). Por eso, la idea de privatizar la Educación y la Salud porque es como funciona en otro países capitalistas es mejor, no es cierto en el caso de Gran Bretaña y Francia por ejemplo.

¿Está en peligro la idea de Capitalismo en Argentina?

Milei se presenta como un defensor del capitalismo, dando clases sobre la "Supremacía del Capitalismo" (Ver clase TEDEX, Miley y la Supremacía del Capitalismo). Pero la discusión Capitalismo sí o Capitalismo no es una discusión puramente académica que no afecta la realidad. Cristina Fernandez de Kirchner sostiene que el Capitalismo es el "Sistema más eficiente de producción" (Ver CFK "El capitalismo es el sistema más eficiente). El Capitalismo como modelo de producción no es una discusión política en ninguna parte del mundo.

El eje de Milei es el Mercado, y se traduce como "Reducción del Estado" y "Privatizaciones" (Ver "short" Milei, Educación y Salud Privada). Su propuesta es una reducción del Estado eliminando ministerios (ver "Reducción de ministerios") y sobre ello planificar el paso hacia una privatización de sectores como Salud, Educación y Transporte. Nada de esto es nuevo, ya se lo conoció en el pasado como neoliberalismo. Reagan en EEUU, Thatcher en Reino Unido y Menem en Argentina (ver Reagan, Thatcher, Menem).

En resumidas cuentas, la discusión que se está dando en Argentina es el rol del Estado y el rol del Mercado. Ese es el eje temático de aquí a las elecciones del 19 de noviembre.

Por último, no se olviden de escuchar rock. A diferencia de lo que se propone desde el sector de los leonoes, "los viejos meados" también pueden hacer rock.



martes, 24 de octubre de 2023

El fin del Kirchnerismo

 Aquí vamos otra vez. Una narrativa incesante que se nutre de la aniquilación del otro. Ya lo vivimos en 2015 (ver "La caída del Kirchnerismo marca el fin del poulismo"). La elección del 2015 marcó la alternancia en el poder y el fin del mito de la "Venezualización" de Argentina donde no ha habido sucesión de fuerzas políticas. Mauricio Macri había logrado al fin poner fin al Kirchnerismo y se iniciaba una nueva etapa en la cual se iba a borrar para siempre a los nefastos populistas. Todo era fiesta. Se abrieron las importaciones, se subieron las tarifas del gas, la electricidad y el trasporte. Se pagó al 1% de los fondos buitres. Se abrió el cepo al dólar...pero algo empezó a fallar. Sin guerra ni sequía los números no cerraban. Se instaló el cepo cambiario nuevamente, se incrementaron las retenciones (ver "Macri pide un último esfuerzo al campo") y cuando todo esto no funcionó, se volvió a traer al FMI con la mayor deuda en la historia de los préstamos del FMI que se destinaron a la fuga de capitales (ver "Informe del FMI sobre la deuda"). Sí, tuvieron su oportunidad. Gobernaron. Gobernaron y pusieron fin al Kirchnerismo, por primera vez. Pero gobernaron mal, así que tuvieron que resurgir al monstruo. El Kirchnerismo había quedado agazapado en los pasillos del poder, y resurgiría en la forma de Alberto Fernandez, el apuntado de la "Reina de todos los males", Cristina Fernandez de Kirchner, una señora que planea las 24 horas maldades. Sin querer, Macri es el primer presidente en ejercicio desde la reforma de la Constitución que no logra reelegir. Pero Macri no pierde la reelección por ninguna astucia de la "Reina de la oscuridad", no, pierde por inoperante. En ese período comenzó la pérdida del poder adquisitivo que se profundizaría por una economía ahogada por la deuda, una pandemia y una sequía sin precedentes. Al contrario de lo que se supone, no hubo nada de Kirchnerista en el gobierno de Alberto Fernandez. No se avanzó contra los medios, no se intervino en la justicia. Los presos políticos siguen ahí, con Milagro Salas todavía presa, la primera presa política durante el gobierno de Macri, a la cual le siguió una lista de funcionarios "K", De Vido (ver "Julio De Vido condenado a 5 años"), Boudou (ver "Amado Boudou condenado a 5 años", Zannini (ver "Bonadío metió preso a Zannini") y de yapa también D'Elia, que no fue funcionario (ver "D'Elía condenado a 4 años"). Una verdadera cacería política sin precedentes. Nunca, al término de una administración se condena a prisión a tantos políticos como en la era Macri.

¿Qué es el Kirchnerismo?

Empecemos por lo más básico. la palabra "Kirchnerismo" es un neologismo que se forma a partir del apellido "Kirchner" y el subfijo "-ismo". Es una estrategia de los medios para identificar rápidamente al poder político y darle forma a una "entelequia", una construcción abstracta a la cual se demoniza y se comienza a socavar su poder. Ocurrió con el "Menemismo", "Duhaldismo", pero ninguno resistió tanto como el "Kirchnerismo". Esto lo sabía Nestor Kirchner, quien dijo "Cuando nos dicen Kirchneristas, nos buscan bajar el precio". Kirchner sabía para qué acuñaban, inventaban, el término "Kirchnerista", para terminar con el movimiento. Por eso, su mejor escudo era decir que le bajaban el precio con ese nombre, que en realidad eran "Peronistas". El "Peronismo", como identidad histórica, tiene más anticuerpos para resistir el paso de la historia, porque ya lo han querido borrar del mapa, y sobrevivió.

Pero todos estos "-ismos" no nos clarifican nada a la hora de discutir de política. Los "-imos" que nos van a aclarar el panorama son los "-ismos" de la macroeconomía y política global, como el "Neoliberalismo" (Menem, Macri, Milei) y el "Keynesianismo" (Perón, Kirchner). Esos "-ismos" no son tapa de diarios porque son discusiones académicas vigentes y de estudio a nivel global. Aunque el liberalismo teórico de Milei es una forma más agresiva que el neoliberalismo. Milei aboga por la desaparición total del Estado salvo en las garantías mínimas para la protección de la propiedad privada. Esos son los "-ismos" que se necesitan para la discusión. Los "-ismos" que necesitamos son los que discuten el rol del Estado en la organización de la vida democrática. 

Resumiendo, el "Kirchnerismo" es una construcción mediática usado para polarizar la sociedad y horadar, socavar el poder político de un partido que por más que se intente, no podrá ser borrado, porque de entrada no existe, es una construcción. La vida política seguirá. Ahora se viene un nuevo representante político, Massa, a lo cual, en la misma lógica, seguirá la construcción de un "Massismo" para aniquilar su construcción de poder. 

La agresión como narrativa

Uno de los fenómenos que se dio en la política argentina, aunque no es exclusiva de este país y antecedentes históricos a nivel global, es el uso del "odio" y la "agresión" para oponerse a una corriente política o movimiento social. En EEUU se dio con los demócratas cuando quisieron socializar la medicina o intervenir con el Estado para ayudar a los más pobres. En Argentina comienza con estos personajes para dinamitar el poder político de lo que en los medios se considera la "Señora Maligna"



Después de 4 años de "Macrismo" y ante la ausencia de un "Albertismo", se vuelve a reeditar la idea de "Enterrar al Kirchnerismo", pero en una versión mucho más agresiva. Esta narrativa, la de un "Kirchnerismo" que encierra a todo el mal, es funcional para aplicar las ideas de derecha (liberalismo, neoliberalismo).
Vean como este periodista no solo continúa con la narrativa de un kircherismo, sino que necesita esa definición para poder definirse así mismo, y en su vehemencia llega a decir "Que la grieta terminó, ¿qué significa? ¿Se murió Cristina, se murió Máximo, se murió los Larroque?"


Esta lógica del "exterminio" del otro no ha desaparecido. Pasó de un partido político agonizando (Juntos por el Cambio) a otra expresión de derecha que construyó un nuevo espacio más agresivo que el anterior. 

Este es el estado de situación. ¿A quién sirve la narrativa del Kirchnerismo? Sí, a los mismos que la construyeron, al poder real, al poder económico, porque el Kirchnerismo en sí no existe, nunca existió, es una etiqueta que le quisieron poner a la nueva juventud peronista. Salir de esta narrativa es la tarea de los nuevos dirigentes, comenzando con Massa, que la va a tener que pilotear de acá a noviembre. Les dejo un video que dramatiza la tarea de acá al balotaje, no pierdan la alegría.



viernes, 28 de septiembre de 2018

Otra vez


Otra vez. La relevancia de la frase suele asociarse con un hecho desgraciado que vuelve a ocurrir y no comprendemos bien a qué se debe. "Otra vez fundiste el auto por no medir el aceite." "Otra vez te estafaron con la cuenta en el super." Es una repetición de un evento rayano con la estupidez. No entra en nuestra cabeza que estas estupideces pasen dos veces en la vida. Pero la realidad dice que pasan. Las estupideces están a la orden del día. ¡Cómo no van a pasar en una sociedad estupidizada por la televisión del entretenimiento! Donde la información ha pasado a un segundo plano. Uno, a esta altura, debe ser conciente que 6 de cada 10 personas con las que se convive son idiotas. o tienen un grado de estupidización importante. No distingue pertenencia social. Pueden ser trabajadores, docentes, comerciantes, pescadores. La mediocridad no distingue raza, religión, ni sexo. La estupidez es una condición que no discrimina, incluye a todo aquel que tenga la simple voluntad de embrutecerse a conciencia. Es un ejercicio deliberado. Se esfuerzan en la empresa de ser bestialmente ignorantes. Se perfecionan diariamente en el oprobioso rechazo hacia todo esfuerzo mental que les haga preguntarse: "¿Cómo puedo ser tan bruto?" Es la pregunta elemental que no nos permite mirar al costado y responderla. Es una pregunta que apela a nuestro interior. 




Pensarnos como ignorantes es la única explicación para el estado actual de las cosas. Un país que se ve envuelto por segunda vez en 30 años en un plan económico neoliberal. Nos han metido el perro otra vez. Y de la misma forma, nos dijeron que no hiban a implementar políticas que justamente están implementando. ¿Y la excusa? Otra vez la misma. La necesidad de hacerlo debido a lo que nos dejó el antiguo gobierno. Que NO HAY OTRO CAMINO. Que es duro pero tenemos que hacerlo. Otra vez lo mismo, señores.

Dar un paseo por la ciudad y ver este espectáculo de la clase media es un divertimento que requiere cierto poder de observación. En la base del estúpido medio se encuentra el mencho común y corriente. De fumar un cigarrillo de mediana calidad pasó a fumar cigarrillos armados (olvidate de las campañas anti-tabaco, estos son otros niveles de realidad). Entre los que presencian el espectáculo nunca falta un idiota recibido, que votó el cambio, que comenta: "son más baratos y muchísimo más saludables." Una burrada de proporciones cósmicas. Nada en el tabaco es más saludable. Este individuo, abanderado del cambio, en menos de dos años, pasó de comprar asado a pregonar cuáles son los lugares más baratos para comprar pollo. Todo un ejemplar de la especie.

Un poco más arriba en la escalera social, está el asalariado medio. Un espécimen con sus particularidades, aunque muy común. Este tipo de individuo, perfectamente identificado con la apoliticidad (aunque le cuesta entender bien el término) sufre, por lo general, de una consistente estupidez crónica que se manifiesta en conductas cíclicas insoportables. Deja el auto en marcha y habla de ecología. Deja el aire acondicionado prendido todo el día y participa en encendidos debates por el derroche de energía. Hace de amante incansable de las chicas del barrio menos afortunadas que su esposa y despotrica contra el aborto. Se jacta de que los argentinos somos grandes productores pero compra todo importado. En fin, una pieza de colección para el Museo del Ridículo.

Este subgrupo genealógico del Reino del Medio Pelo pasó de renovar el auto cada año a despotricar contra el precio de los repuestos. De comprar dos gaseosas en los restaurantes y dejar una media llena, a tomar lo justo y necesario o pedir un envase de plástico para poderse llevar lo que quedó. De llenar el tanque de nafta a instalarle un equipo de gas al auto. De comprarle comida al perro en la veterinaria a cocinarle con sobras de huesos comprados en la carnicería -si no los usa él mismo para hacerse una sopa-. Este sujeto detenta el segundo puesto en nuestro ranking del bárbaro ascendente en la escalera social.

Pero si hay un primer puesto en el estadío barbárico en la genealogía del Medio Pelo, ese es nuestro conocido y respetado "pequeño empresario." Es un sujeto que se había multiplicado hace unos años, y ahora está en franco declive rumbo a conocer su verdadera naturaleza: la brutalidad eximia. Es fácil reconocerlo.
Dice ser su propio jefe. No obedece a nadie ni a nada, mucho menos a la razón o la lógica. Sólo obedece al cambio. Es un ser escindido de la realidad. Su progreso, dice él, se debe a él mismo, nada tiene que ver que la economía ande bien o mal. Este es el engendro que se produjo en los últimos 12 años. Está plenamente convencido que por derecho propio es quien es. En épocas como las actuales se mezcla con el mediopelo de los puestos en brutalidad inferiores por simple necesidad de no quedar en evidencia como artífice del cambio. Se hace eco del malestar del mencho que extraña el churrasco. Se solidariza con la pobre jubilada que no puede pagar el gas. Trata de mimetizarse con el entorno. Pero por dentro, él sabe que es mucho mejor que estos brutos improvisados. Sabe que en brutalidad, nadie le saca el primer puesto. No hizo ninguno de los recortes de estos idiotas que dependen de patrones iguales a él. No. Este espécimen se desvela con lo caro que le sale sostener su nivel de vida. Sus vacaciones en Punta son sacrificadas optando por algún lugar turístico más barato. Lo caro que le resultan sus hobbies. Los impuestos a la propiedad. En realidad es el qué más banca la crisis. Es el que mayor riqueza transfiere a las multinacionales ya que funciona como un eslabón que concentra los ingresos de los trabajadores. De sus bolsillos salen incontables impuestos, que ya fueron directamente a la fuga de capitales en la crisis cambiaria. Alimenta profesionales, contadores, abogados, médicos privados, prepagas, tiene a todos prendidos como garrapatas del lomo. Todos pares, o el cree que son sus pares, aunque ajustan mensualmente las cuotas de sus servicios para ganarle a la inflación. Este es en definitiva el sujeto del que dependen las elecciones. Es un vocero de la estupidez que reune a sus empleados y les habla de quién va a ganar, eso sí, siendo apolítico. Es como el relator de la radio, pero de cuya boca solo emanan sandeces, una boca de expendio de ganzadas que forman la opinión pública, ya que el resto de la mediocridad organizada lo colocan como una voz autorizada y es referente de las aspiraciones del que extraña el churrasco.

Es a éste sujeto al que quiero dirigirme. Lamentablemente no llega a leer el final del texto así que jamás se enterará. No lee, no escribe, solo sabe contar billetes de 100. Si se le mezcla uno de 50 en el medio se pierde.

La crisis actual no es política, todavía. Es económica. Es la segunda vez en 30 años que vamos rumbo a dilapidar el tejido político. Otra vez.

Este, mirando los indicadores duros, es un proceso neoliberal: ajuste en el Estado, despidos, deuda externa y devaluación. Es simplísimo. Te vendieron gato por liebre. El problema es cuando te va a caer la ficha. Porque se está destruyendo la industria y vos seguís babeando con el televisor prendido mirando la propaganda dormido de madrugada.


Pasó otra vez, no te olvides.


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miércoles, 26 de septiembre de 2018

Grabois, senegaleses y la letra que será estudiada


Grabois hablaba hace unos días del reduccionismo de los medios a "marcar con una letra" (como se marca un ganado) a cualquiera que se pare en la vereda de enfrente, Es una mecánica parecida al nazismo con los judíos y los comunistas con los enemigos del Estado. Zizek, en términos psicoanalíticos lacanianos, le pone nombre a la categoría: "el otro no deseado." Se transforma en una dinámica de gobierno. Cuba utilizó la misma figura, "el imperialismo" y Venezuela también. Por las dudas antes que un trotsko me salte a la yugular, Zizek se formó en la ex-Yugoslavia comunista y hasta llegó a visitar Argentina durante el convulsionado período post-crisis 2001.

"El antagonismo, lucha de clases, y otras tensiones son algo inherentes al capitalismo. Modernización, industrialización, como la conocemos en la historia del capitalismo significa desintegración de las relaciones viejas y estables. Significa conflicto social.
La inestabilidad es la forma en que funciona el capitalismo.
Así que, ¿cómo resuelve (el fascismo) este problema? Muy simple. Necesitas generar una narrativa ideológica que explica "cómo las cosas llegaron a estar mal en una sociedad" -no como resultado de las tensiones inherentes en el desarrollo de esta sociedad- sino como resultado de un intruso extraño, extranjero. (En el caso de la Alemania Nazi) Las cosas estaban bien hasta que los judíos entraron en nuestro cuerpo social. La forma de restaurar la salud de nuestro cuerpo social, es eliminar los judíos." - Slavoj Zizek
De la misma forma podemos analizar la realidad del Stalinismo, la salud del cuerpo social se restauraba eliminando a los enemigos del Estado. En Cuba, a los que obedecían a mandatos imperialistas, en Argentina, a los zurdos que atentaban contra el "Orden nacional."
La mecánica fascista ha encontrado en la actualidad, una narrativa de silenciar, no ya matar, al "intruso." Se lo califica como perteneciente a un sector que es responsable de "todo lo malo de nuestra sociedad." Cuando sistemáticamente se ataca a dirigentes poniéndole una "K," es la dinámica fascista de eliminar a "ese otro no deseado," responsable de todos los males del nuestro "puro cuerpo social argentino."


Aquí Grabois y una avanzada del periodista a "catalogarlo" como un "extraño" al cuerpo social. La mecánica utilizada es encasillarlo dentro de un espacio político.



Aquí el reconocido periodista Majul empleando la misma técnica catalogando  como "el otro no deseado" a Gerardo Romano 






jueves, 26 de noviembre de 2015

Capitán Phillips (Película). Análisis de su narrativa.



La primera escena abre con el Capitán Phillips en su casa controlando sus documentos antes de salir a trabajar. El silencio en el interior en contraste con el ruido ambiente exterior priman en toda la escena.
Camino al aeropuerto la esposa y él hablan de lo rápido que se mueve el mundo. A Phillips le preocupa que uno de sus hijos no tome los estudios seriamente. "Hay mucha competencia ahí afuera," le dice a su esposa. "50 tipos compiten por el mismo trabajo." Su retórica es bastante conservadora, resaltanto las ventajas que se tenía en el pasado; sólo tenías que agachar la cabeza y esforzarte para conseguir un puesto de capitán. La conversación termina con una frase de la esposa que se repetirá a lo largo de toda la película: "todo saldrá bien, ¿de acuerdo?"
Toda la primera escena muestra un mundo civilizado, con un capitán de la marina mercante camino al aeropuerto para ir a trabajar.

La escena cambia a Somalia. Tiendas en el  desierto con somalíes vistiendo las clásicas ropas occidentales, musculosas, shorts, camisas. Una precaria occidentalización trunca por razones que sobra explicar. Algunos somalíes están armados. De repente aparecen tres camionetas que vienen zigzagueando en la arena. Se respira cierto caos en el aire. Niños y mujeres salen corriendo. No es previsible lo que ocurrirá. Más gente con armas baja de las camionetas. Comienza una discusión por diniero entre disparos que matizan la conversación. De repente, se nos presenta una imagen familiar al mundo occidental. Más de 50 personas ofreciéndose para ir a secuestrar un barco. En cierta forma, se parece a la frase del capitán Phillips: "50 tipos compiten por el mismo trabajo." Y vemos que occidente está más que presente en el mundo árabe.  Por supuesto, el reclutamiento para el trabajo carece de la estétíca de una oficina, un escritorio, corbata y formularios; pero su espíritu es el mismo.
Las lanchas y la nave nodriza denotan precariedad. Todo es prácticamente viejo y se muestra  poca tecnología. Todo es viejo y rudimentario, como si esta gente sobreviviera de desperdicios del primer mundo.

La escena pasa al puerto de Omán, de donde debe zarpar el barco Maersk Alabama. El montaje de la escena en la que zarpa el barco sugiere que el trabajo de salir del puerto está dominado por la técnica. Ordenes precisas que son ejecutadas en tiempo y forma para que el coloso -el barco de carga- zarpe del puerto. La música eleva el tono de la escena que acompaña todo el proceso hasta que el "gigante" se encuentra solo en mar abierto.
Aquí nos encontramos con un símbolo. Occidente está represntado en este navío mercante de proporciones gigantescas. No se mueve velozmente pero deja una estela inmensa a su paso, tanto que destruye el motor de una lancha pirata la primera vez que los somalíes lo intentan abordar. Aquí surge un contraste importante. El coloso, que simboliza el comercio internacional, la ayuda a los paises pobres, y por otro lugar las lanchas insignificantes, que van tras el botín que representa el barco. El barco representa en cierta forma el sueño americano. Lo majestuoso, lo colosal, la tecnologia y dominado por la técnica. Las lanchas representan la insignificancia de los pueblos tercermundistas, su impericia, su improvisación, su nimiedad, su pequeñez. Aún así, producto de su desesperación y la condiciones de vida, ésto los hace más tenaces en su cometido de abordar al coloso. Es una hazaña que se produce por la necesidad imperiosa de subsistir -al mismo tiempo se permiten poder "soñar" con ser ricos y viajar a los países centrales-, no por la capacidad técnica de los somalíes. En cierta forma, los piratas son producto del mismo occidente, de la desigualdad que genera.

El barco somalí representa los despojos, lo casi obsoleto, la pequeñez, la precariedad. No hay demasiada planificación en la empresa que llevan adelante. Van "a la pesca."

Al elegir el barco se ve un patrón. Todos los barcos viajan casi juntos. El Maersk Alabama se encuentra solo. Ésto es notado por el capitán de la nave nodriza pirata quien dice "no podemos atacar una manada." Luego prosigue "Éste está solo." Sigue una lógica de predación. Atacan a aquel que no se encuentra protegido por la manada.

El director muestra al "coloso" navegando solo en el océano. Quizá un símbolo de las potencias mercantes cada vez mas escindidas del mundo. Llevando su preciosa carga en manos de unos pocos marineros. Otro símbolo de la riqueza mal distribuida. 200 metros de eslora ocupados por apenas 20 tripulantes.

Los piratas realizan un primer intento de abordar el barco sin éxito. Luego de dirimir diferencias (uno de los jefes mata a al otro jefe de la lancha), los piratas se encuentran en mejores condiciones para alcanzar al coloso, con dos motores en una sola lancha. Hay una cierta lógica darwiniana. El más fuerte triunfa en su cometido. Aún si ese cometido es de resultado incierto todavía.

El primer intento de abordaje deja a la tripulación inquieta. Ante el peligro de amotinamiento, el capitán Phillips los controla diciendo que si no les gusta, se bajan y se van a casa en avión desde el puerto de Mombasa. Aquí vemos al Capitán Phillips haciendo uso de la misma lógica que deploraba en la primera escena. El capitán sabe que están haciendo cola para subirse a un barco de ultramar en busca de trabajo. En la primera escena dice "50 tipos compitiendo por el trabajo." Bien, es la lógica que le sirve para aplacar cualquier intento de amotinamiento. Si no trabajan, se bajan. Alguien ocupará el lugar que dejen.

El segundo intento de abordar el barco es existoso, los somalíes logran subir al Alabama. Al abordar el coloso, Muse, el jefe de los somalíes, le pregunta por el origen del barco. El capitán le responde que es norteamericano. Los piratas somalíes festejan al unísono. A continuación Muse hace una pregunta más interesante: "¿y tú, eres yanqui?". "Sí," dice el capitán Phillips, "yanqui-irlandés." Es preciso notar que Muse decide llamarlo "irlandés." Muse elige, de alguna forma, ver su "otro" más afable, su mejor parte. Podría haberlo llamado "yanqui-irlandés," pero en lugar de eso resalta su otra pertencia, la irlandesa. Esta suerte de negación de su pertenencia norteamericana deja más en relieve el sentimiento negativo hacia EEUU.

Es preciso notar que antes de que los piratas lleguen al puente de mando, el capitán Phillips les dice por radio a la tripulación que se encuentra en el cuarto de máquinas: "quédense juntos, y estaremos bien." Es una frase repetida constantemene, como un latiguillo que denota la fe en que las cosas se van a arreglar.

La misma frase es usada por los captores, y refuerza su ambigüo significado. Muse dice, "tranquilícese. Sólo es un trámite. Cuando nos paguen, todo va a estar bien." Esa frase que puede significar dos cosas, puede que todo salga bien, o puede que todo termine en una bañera de sangre. Esas dos cosas significa.

Muse comienza a recorrer el barco guiado por el Capitán. Ante un incidente en el que uno de los captores se corta el pie descalzo con vidrios, Phillips regresa al puente de mando con el herido. Muse se queda a buscar a los encargados del cuarto de máquinas y es capturado por ellos. Por radio se comunican con el puente de mando y quieren negociar que los piratas se bajen a cambio de devolverles a su líder con vida. Phillips negocia darle 30 mil dólares a cambio de irse. Le pregunta a Muse -en manos de los maquinistas- si acepta. Estos obligan a Muse a aceptar mientras le apuntan con un arma y lo sujetan desde la espalda. Muse dice "tenemos trato." Es sutil pero importante esta escena. Así es como se negocia con las potencias, con las manos atadas y amenazados. Las potencias que después se asombran cuando, en mejores condiciones, los oprimidos toman otras decisiones.

"30.000 US$ no es nada. Yo quiero millones" dice el más violento en árabe después de negociar que se bajen del barco si le entregan a su jefe Muse. Muestra que las fantasías de estos piratas están modeladas por el discurso norteamericano neoliberal. El sueño de tener, y tener mucho. No son fantasías modeladas por la cultura africana, son fantasías del primer mundo. En este sentido, estos piratas no son producto de África, sino de los propios paises centrales que inoculan estas "fantasías" de ser millonarios en los pueblos de la periferia.

A su vez, el somalí deja entrever su diferencia con los protagonistas occidentales en su, a veces, inocencia a la hora de negociar. Intenta no dejarse engañar, pero siempre logran mentirle de alguna forma. Muse también tiene cierta piedad para con el capitán, cosa que los rescatistas de la armada norteamericana no van a demostrar para con ninguno.

En la escena donde se intenta intercambiar a Muse por el Capitán, algo sale diferente a lo planeado. Los somalíes se llevan al Capitán en el bote salvavidas con ellos. Es de esperar esta decisión que la tomó Muse, pues de haber negociado libremente, se podría haber llegado a otro arreglo. De todas formas, todo parece ser de resultado incierto.

"Tu cara parece asustada, pero todo saldrá bien. No te voy a lastimar," le dice Muse a Phillips mientras inician su travesía hacia Somalia en el bote salvavidas. Estas palabras muestran la humanidad de Muse. Tratar de tranquilizarlo.


"Mentiste irlandés. Tu barco no está roto. Ellos van a Somalia también. Más dinero."

El joven que es curado es el único que atiende el pedido de agua del capitán Phillips. Es un joven de 16 años. Esto muestra la humanidad del joven. Devuelve la forma en que se lo atendió.

Abrimos la escotilla para tu gente. No irlandés. Sin trucos.

"Problema. No hay problemas, irlandés. Todo saldrá bien." llama el jefe diciendo que lleven al capitán a Somalia o no regresen.

"No quiero su comida, quiero su dinero." La prédica del sueño norteamericano y las fantasías que genera en las poblaciones pobres.

"Irandés. No te preocupes. Todo saldrá bien."

"Siempre quise ir a Norteamérica. Ir a Nueva York. Comprar un auto."

"No eres un simple pescador. No eres un simple pescador". Máximo punto de tension. helicóptero. Seals. Amenazan con matar al capitán. Se habla del respeto del enemigo. "yo sé como lidiar con los norteamericanos" (y se vuelve extremista)

Toma el mando Seals. "Vengo a hablar de su dinero" Así arranca con una mentira, dice ser el negociador. En realidad es el ejecutor.
"El hombre del seguro" dice el captor, como si reconociera el procedimiento de otros rescates, pero gravemente equivocado

"Ya hablamos con los ancianos de su  tribu y vienen para aquí a negociar un trato, un intercambio" Otra mentira.

Uno sospecha que es mentira. El más violento.


"Todo está bien, Irlandés. Todo saldrá bien." Antes de ir a negociar al destructor.

Diálogo entre Muse y Phillips. "Tengo jefes. Tienen reglas." "Todos tenemos jefes." "Debe haber algo más que ser pescadores y secuestrar personas." "Quizá en Norteamérica, irlandés. Quizá en Norteamérica."


Le alcanzan una remera anaranjada al capitán Phillips diciéndole que es para que esté "saludable", necesitan que se encuentre "saludable" y por eso debe ponerse la remera. Traducido sería: póngase la remera anaranjada, así lo vemos bien y no lo matamos cuando le disparemos a los árabes y pintemos el bote con su sangre. Esa es la traducción de "lo necesitamos saludable." Las palabras no significan lo que parecen. Nada de lo que dice la Marina norteamericana es cierto. Todas las frases tienen un significado más siniestro del que a simple parecen tener. Aún cuando Muse les pregunta "le dispararon a mis amigos," el marín le responde "el capitán Phillips fue liberados. Sí, tus amigos están muertos." No asiente directamente a la proposisión "matamos a tus amigos", sino que antepone "el capitán Phillips está libre", siendo la justificación a todo otro evento.

"Todo va a estar bien" le dice el soldado de la marina encargado de llevar a Muse al barco norteamericano para negociar la liberación.

"Su capitán sabe lo que hace. Ahora les darán su dinero"  Phillips a los captores en el bote

Phillips comienza a ecribir una carta a la familia. Podría creer que van a morir todos. Sólo el sistema sobrevive.

Phillips entra en desesperación y lucha contra el captor

¿Pueden ver eso? ¿Pueden oirme? - Phillips


Captor "Todo lo que nos dijeron fue mentira"
"Nos van a matar a todos. Y él está detrás de todo ésto."

Los ejecutan a los tres del bote y lo bañan con su sangre al capitán Phillips quien lleva los ojos vendados. Pregunta "¿Qué fue eso?" Corre como puede la venda de sus ojos y ve a los tres ejecutados en el bote. Sin música de fondo.

Phillips grita. Es llevado casi en shock emocional. Se mezcla el sutil mensaje de "Si te capturan, llevaremos el ejército a rescatarte". Pero al mismo tiempo hay un mensaje amargo. El precio del rescate.

Muse: "¿Le dispararon a mis amigos?"  Fulano: "El Capitán Phillips fue liberado. Todos tus amigos están muertos, sí. Se terminó. Vas a Norteamérica ahora." Mientras es esposado y le leen sus derechos y la acusación de piratería.

Capitán Phillips por su parte es atendido por una enfermera casi en shock emocional. Se preocupa de asistirlo y evaluarlo para asegurarse que esté bien. Capitán Phillips se quiebra y comienza a llorar desconsoladamente.

¿Toda esa sangre salió de su ceja?, Capitán Phillips mira su cuerpo manchado en sangre:  "No, no, no. No toda" "Esa no es mía" dice con un llanto histérico. Repiten constantemente . "Bien, está bien. Está bien" "Está a salvo capitán ahora"

Sabe mi familia. --- Su familia sabe que está bien y podrá llamarlos tan pronto como sea atendido.


Nadie pregunta por la familia del pobre bastardo infeliz que tuvo la mala ocurrencia de secuestrar el barco.



Cuando el capitán inicia los simulacros para practicar, los tripulantes lo toman con naturalidad pero no ven la necesidad. De hecho los tripulantes no parecen conocer el riesgo de la ruta.

Todo va a estar bien


Te miente.
No me engañes.


"¿Está bien? ¿Está bien?"  repite el marín al capitán Phillips. Es de lo que todos se preocupan. Que todo esté bien. Y según el mensaje, todo está bien pues el capitán de la marina mercante está a salvo. El sistema está bien. Todo estará bien para seguir con el mismo paradigma comercial mañana. Triunfó el sistema por sobre unos inadaptados somalíes que querían "hacerse la américa" a costa de "norteamericanos". Todo está bien. Un ejemplo a los demas piratas y el sueño de "la armada vendrá por tí, así sea uno", un mensaje casi bíblico.

sábado, 31 de octubre de 2015

Con estos nenes no se juega

Te dijeron que hay que liberar el cepo para que compres dólares. Ya podés comprar dólares, un porcentaje de acuerdo a tu sueldo para destinarlo al ahorro. Ningún trabajador tiene más capacidad de ahorro que lo que ya tiene permitido para comprar dólares, pues su dinero está destinado mayoritariamente al consumo.

La verdad sobre liberar el cepo al dolar es para hacer compras millonarias que sólo las corporaciones pueden hacer y así vaciar las reservas que tenemos en el Banco Central. Una vez que aseguren su capital en dólares, devalúan, es decir llevan el dólar a 13,50$ (lo dijo Melconian, uno de los economistas del PRO). Si antes podías comprar poco con tu salario, entonces podrás comprar menos. CON ESTOS NENES NO SE JUEGA.

Pero la devaluación no sólo significa que vas a tener menos capacidad para comprar dólares, también incrementará tu costo de vida, ya que disminuye tu poder adquisitivo en un determinado porcentaje. Si antes el almuerzo te salía tanto dinero, entonces te va a salir más.

Pero no termina ahí, como tienes menor capacidad de compra, entonces vas a comprar menos. Si compras menos, el almacenero vende menos, los proveedores del almacenero venden menos, las fábricas de los proveedores venden menos. Tu fábrica tiene que producir menos. ¿Qué pasa? Sí, si la fábrica produce menos, sobran compañeros en tu fábrica, así que hay que echarlos.

Seguí esta lógica: dólar a 13,50, es devaluación, frena el consumo, que es muy malo para comerciantes e industriales. Al freno del consumo se suman los despidos. Más freno al consumo. A la inflación existente se le suma el estancamiento productivo, lo que significa que hay menos trabajos, aumenta el desempleo y sigue con malestar social de gente que se ve obligada a salir a protestar.

Pero esto es simplemente una modificación en un número del precio del dólar. Sumale lo que la gobernadora electa María Eugenia Vidal ya anunció para Educación en Buenos Aires. Recortes al Sistema Educativo en un 30%. 2000 despidos inmediatos. 2000 personas que van a dejar de consumir de tu negocio, del producto que fabrica tu empresa. Que se suman a la devaluación que ya hablabamos.

Pero revisá otra vez como generaron en vos la conciencia que querían. Te convencieron que tu problema era el cepo. Bien no lo es. Te dijeron que iban a mejorar Educación y despiden el 30% del personal.

Pero esto recién empieza. Preguntate ¿Para qué reducen el Personal en Educación si prometían mejorarlo? Sí, supongo que ya sabés. El Sistema Educativo de la sociedad que representa María Eugenia Vidal es el que actualmente se encuentra compuesto por la mitad Educación Pública y la otra mitad Educación Privada. Es el actual estado del Sistema Educativo en Ciudad de Buenos Aires, si fuiste a la Universidad como yo, sabés que esos datos se manejan en pedagogía o cualquier materia que analice el Sistema Educativo.

Empecemos otra vez, disminuyen tu poder adquisitivo, podés comprar menos, despiden gente y te proponen un Sistema Educativo que va a privatizarse para mejorarlo. ¿Con qué lo vas a pagar?

Pero vos pensás que esto es el final, ni lo sueñes. Porque no sólo lo van a hacer, pero como vos consumís la información por los medios concentrados que es de la forma en que siempre te informás, te van a decir que esto es el resultado de la administración del gobierno anterior. Y te lo vas a tragar, te vas a tragar cada verso que te metan, hasta que un día te levantes y vengas a decirnos: cómo puedo recuperar mi trabajo.

Pero vos crees que todavía tenes posibilidades de luchar. Es ahi cuando te abren las Importaciones (productos hechos afuera), ahí te terminan de liquidar a vos, a tu patrón -que podía ayudar a organizarlos- a toda fábrica que produce y da empleo en Argentina. Los liquidan trayendo productos hechos afuera que no dan trabajo aquí para elaborarlo, y los pocos que quedan con poder adquisitivo -en su mayoría prestadores de servicios, empresas del sector privado que ya están llevando la riqueza monetaria del país afuera- van a tener acceso a tecnología y productos, mientras vos, desocupado, sin poder de organización, vas a mirar cómo es el País de Macri. El País de unos pocos y el país de la concentración. Ese país que te cuentan de los 90, a ese país lo vas a poder ver de cerca. CON ESTOS NENES NO SE JUEGA.



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lunes, 23 de febrero de 2015

Nisman ha muerto, pero Cabezas vive

Muchos han querido comparar el caso Nisman con el de Cabezas. De hecho, es lo más parecido que hay. No por el tinte mafioso de quienes pudieron perpetrar el crimen, si es que lo fue en el caso de Nisman, sino que tanto en el caso Cabezas como en el de Nisman, al periodismo no le interesa quienes fueron los responsables. Es un deseo que se evidencia en frases como "quizá nunca sabremos," "quizá este caso nunca se resuelva," "con esta justicia..." El eje está puesto en tirar nombres y ensuciar todo lo que se pueda. Las pruebas son un mero invento de la justicia, no se necesitan en la farándula periodística. No interesan los responsables reales del crimen, sino los crucificados mediáticos que se construyen desde el relato de los medios.
Es en este punto donde siempre me detengo a reflexionar, ¿supimos si Yabrán fue el que ordenó la muerte de Cabezas? No. Hasta donde sé no hay un fallo judicial que así lo diga. Sólo hay certidumbre de gente que tiene información "confiable." Si fulano dice que fue, fulano sabe más que nosotros. El caso dejó de interesarnos desde el momento en que Yabrán se convirtió en occiso.
Y vaya coincidencia, parece ser que el suicidio es la única salida de la presión mediática en este país. Desde los medios te arruinan la vida pública, te condenan desde los estrados de los noticieros sin pruebas; sólo basta una presunción y la capacidad de direccionar la opinión pública en la dirección del "demonio correcto." En el caso particular de Nisman, la presión pudo venir de la situación de verse atrapado entre la excitación de los medios ante una denuncia que no prometía cumplir las expectativas, y la capacidad de resiliencia de un gobierno que no parece moverse un centímetro, convocándolo a una audiencia pública para el escrutinio de todos los ciudadanos. Estar en el medio de estos colosos puede aplastar tu existencia. Pero ésto es sólo una teoría, nada está probado.
En el caso Cabezas, un empresario cercano al menemismo fue aplastado antes de una condena. La intención última de esa movida mediática era horadar el poder político del entonces presidente. ¿A alguien le interesó averiguar si la personalidad de aquel empresario tenía tendencia al suicidio? No, el fiambre redimió todas las culpas. Fin del caso. Los medios dejaron bien en claro quién mandaba.
En esta nueva coyuntura política-mediática, si analizamos la cadena de sucesos previa al deceso -hasta que sepamos cual de los "-cidio" sea- de Nisman, notaremos que ya no servía atacar allegados al poder ejecutivo, eso no funcionaba para debilitar la cabeza del gobierno, sino que dirigieron sus cañones directamente hacia la presidente. El caldo de cultivo ya venía siendo fermentado desde hacía rato. Ya no se necesitaban intermediarios, aunque agregaron a personas como D'Elía -que no es funcionario-, Larroque, y Timerman. Esta vez no bastaba sólo con dinamitar su entorno, como lo fue en su momento un segundo como Boudou, ni a un empresario como Baez. Todos ellos constituyen el andamiaje para un último golpe. El gobierno fue el responsable, Cristina lo mató. Entonces, ahora, basados en estas construcciones mediáticas, tenemos al vicepresidente, y a Baez, y a D'Elía, y a Larroque, y a Timerman; todos como antecedentes de un gobierno corrupto y perverso. Todo sobre la base inconstitucional de la "presusnción de culpabilidad." ¿No es llamativo la reactivación de una causa como la de Boudou en plena investigación sobre la muerte de Nisman? Causas como la de Boudou y Baez ya tienen veredicto, que no salieron desde las cortes, sino desde los estudios de televisión. Así, la condena mediática a la actual presidente se construye sobre casos de corrupción en su gobierno "probados", no en la justicia, sino en las cortes de la pantalla chica, la televisión.
He aquí el parecido entre el caso Cabezas y el caso Nisman. Los culpables no se encuentran en base a pruebas judiciales, sino en base a la elucubración constante de "respetables" periodistas: presunciones, testigos claves que caen en paracaidas, hipótesis elaboradas por barrenderos -sin desmerecer su oficio-. Y funciona. No importa si Nisman se suicidó o si lo mató el arma que se encuentra registrada a nombre de Lagomarsino, que dicho sea de paso, no declaró -sí, entiéndase bien, el dueño del arma con el cual se efectuó el disparo en la cabeza de Nisman, no declaró-. Nada de lo que digan las pruebas judiciales importan. Importa el "sentir" de la gente.
La razón y el método científico no importan. Todo eso que constituye el debido proceso es secundario. Lo importante es lo que se "sospecha," confirmado mediante encuestas de lo que "cree" la gente. En este sentido, la gente jamás se equivoca. Sólo se equivoca si vota a un representante que defiende los derechos de los trabajadores. Ahí sí el "populismo se equivoca." El populismo mediático siempre tiene razón en tanto y en cuanto "crea" en tesis infundadas, sin pruebas, sin juicios; siempre que sea capaz de rumear "supuestos" a la hora del almuerzo o la cena. Si el pueblo cree que el culpable es un señor X propuesto desde el poder mediático, entonces el pueblo es sagrado. Su silencio, sólo interrumpido para repetir como robot las fantásticas tramas mediáticas, es incontestable. Un pueblo mudo e indignado. La panacea del lado Magnetto de la vida para todos los males del país.
Pues verán que poco importan las mafias en Argentina, ellas nunca van al banquillo de la justicia. Los culpables se señalan desde las cámaras de TV, no desde las judiciales, los fallos son dictados por los medios, no por los jueces. Este es el oprobio del poder judicial en la actualidad -ya que estamos, ¿alguien sabe de la vida de Lorenzetti?-. Los medios le disputan a la justicia su capacidad para dar veredictos. La justicia tarda mucho, y sus veredictos no le gustan a "la gente." Los medios son más expeditos y se ajustan a las necesidades del "ciudadano de a pie." Los medios entienden a "la gente" mejor que la justicia. La gente quiere pena de muerte, quiere lichamientos en plaza pública, quiere un funcionario siendo azotado semana de por medio y que el espectáculo sea público. La gente quiere volver a la edad media, y los medios les van a conceder el deseo.
Tal es el poder de los medios. Poder que día y noche se niega desde las mismas cámaras. Niegan difamar, niegan condenar, niegan insultar; y al mismo tiempo que niegan, hacen un espacio para hacerlo. Todo ésto mientras asentimos a las propias contradicciones que nos proponen.
Confunden, dicen, desdicen; así es como cortan el hilo de análisis de la realidad, imponiéndonos un sentido común distorsionado, olvidadizo, deshistorizado. Si no habla es porque esconde algo. Si habla después es porque quiere tapar algo, algo que fue la razón por la que no habló en primera instancia. Este cuasi silogismo corrompido es el laberinto del que no podemos salir. Una lógica que degeneró en la inconsistencia como soporte de la razón, y tomada como una matriz para hallar verdad. Asistimos a la reedición de las Brujas de Salem.

La guerra todavía es cultural y es por la apropiación de la realidad. Esta guerra no quiere decir dejar de ver películas extranjeras como Rápido y Furioso, que es una burrada en sí misma, o dejar de leer libros de la vieja Europa o cerrar las puertas a la cultura extranjera para empaparnos sólo de la cultura latinoamericana. No. La guerra cultural que tenemos que librar está en revisar nuestra propia lógica discursiva diaria. La lógica de no hablar, de no problematizar, de no ser críticos, de no argumentar, del silencio. Esa guerra cultural no se gana cerrando las puertas a la cultura foránea. No. Esa guerra se gana revisando nuestros propios discursos conformistas. Señalando la ceguera cuando por un paquete de yerba, el anciano de la casa deja de ver la recuperación de los salarios de los jubilados en la última década. El enemigo en esta lucha está adentro. Está en discusiones en apariencia nimias, como el precio de un churrasco del cual después comemos la mitad y se lo tiramos al perro. Ahí está la guerra cultural. En ese lechoncito de clase media que corre el riesgo de morirse de un infarto sentado frente al televisor mamando odio sin cortes y que cuando hay que llevarlo al hospital tenemos que oir a la mami y a la enfermera culpando a la yegua de la Kretina porque al gordo casi se le para el bobo.  Ahí hay que presentar la espada y mostrar su filo, no en la calle.
Esta guerra se gana argumentando. Las pruebas son los hechos, y sirven en tanto y en cuanto se argumente bien. Ese ha sido el fuerte de éste gobierno. Así que a argumentar. Si no argumentan, puede que en algún momento encuentren un Yabrán que pague por todos, incluso por los verdaderos responsables, aun cuando el crimen haya sido devolverle la dignidad a los excluidos y a la función pública que está ahí para cambiar su realidad.