lunes, 24 de marzo de 2014

Robocop, la anti-crítica



Como el crítico de la radio no me la recomendó, tuve el descaro de ir a verla. En líneas generales, tiene todos los condimentos de una película de acción. Muchas balas, muchas balas, muchas balas.
Pero olvidamos un nuevo ingrediente en películas de taquilla. El elemento político más un plus que funciona como un medio de divulgación científica que deja preguntando al expectador: "¿es eso posible?". Entonces nos topamos con la elección de sumergirnos en el mundo de ficción que supone el film y analizar la verosimilitud de los hechos que muestra.
Robocop ha descendido parcialmente en la realidad. Si bien parte de los hechos y eventos que muestra aún no son posibles, son verosímiles, pues están dentro del reino de lo imaginado y están en la dirección de la ciencia.
La primera escena de relevancia que lleva al espectador a confrontar entre "es ficción o realidad", son esas manos biónicas tocando la guitarra. Pero acaso ¿quién no se ha cruzado con un libro de neurociencia? Aún si ello fuese el resultado de investigar sobre neurolinguística. Uno de los inventos que hoy parecen estar al alcance de la mano es justamente manos, brazos, piernas robóticas (biónicas) para amputados que puedan leer, decodificar y ejecutar movimientos que el cerebro ordena hacer a una extremidad que falta. Siendo simples, podemos decir que las terminales nerviosas de los miembros amputados son como carreteras cortadas. Hasta ese punto es hasta donde llega el mensajero. Es precisamente ahí donde se ubican sensores para decodificar y codificar en otro lenguaje el movimiento deseado. Hoy existen tales partes pero no con la complejidad de movimientos que se muestra en la película. Hay otras cosas del reino científico para debatir, pero el ejemplo de las manos creo que es suficiente para observar esta impronta que tienen algunos films, la de divulguar, aun si no son alcanzables todavía, las premisas científicas del mundo occidental.
El elemento político es evidente. La discusión, sociedad vigilada vs. derecho a la privacidad, es un debate que se podría dar en cualquier momento en nuestro país. Por suerte un sólo municipo en Argentina se le ocurren idioteces como las de poner una cámara en cada esquina y comprar algún que otro dron. Creo ese municipio es Tigre, el modelo a seguir de las élites de la inculta burguesía argentina, como cualquier otra burguesía. En Robocop (1987), hay un mensaje claramente anti-automatización. Un arma en el espacio se dispara por error matando a dos ex-presidentes de EE.UU. en sus casas de descanso. En esa mísma línea, toda la película de la nueva Robocop, es un mensaje sobre los beneficios de la tecnología, pero también de sus peligros. Intentar jugar con la emulación del cerebro humano a partir de máquinas, su falibilidad y su inestabilidad y la necesidad de un "cerebro" detrás de la máquina. Siempre hay alguien en control. ¿Si no es la máquina quién? Así se propone la idea de vender un "producto" incorrompible. Lo primero que me viene a la mente es "¿quién me está vendiendo el producto?". Así se puede observar corporativos diseñando "soluciones mágias" a problemas como la inseguirdad y programas televisivos donde el presentador tiene una posición claramente tomada, aquella posición de quien le paga para hacer el programa.  En la película se observan un ejemplo de censura cuando se saca del aire a un representante del pueblo que estaba argumentando en contra de los robots cuidando las calles. Y para cerrar, no se puede dejar de mencionar la escena del comienzo de la película. Unos terroristas con la típica apariencia musulmán están inmolándose para destruir los robots que ocupan militarmente su tierra. En medio de esta saturación de violencia, sale un niño (usted dirá adolescente pero la ONU dice que son niños hasta los 18) con un cuchillo en la mano, a lo cual la máquina distingue como una "no amenaza", sin embargo, el corte oportuno de cámara y viendo el robot disparando desde otro ángulo, deja presumir que lo agujerea en partes iguales. Ese es un gran símbolo. Pues es lo que ocurre en Oriente. Tropas altamente tecnificadas asesinando niños con piedras y palos. Y la excusa del Terrorismo para ocupar militarmente esos lugares.
Para terminar, las películas son mucho más que precisiones técnicas sobre la edición, montaje, dirección, vestuario, maquillaje, presupuesto, etc, etc. Las películas son un mensaje político y un medio de divulgación antes que todo.

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