miércoles, 25 de septiembre de 2013

#NoMandenJóvenesAViolarLeyesInternacionales



Últimamente toda esta cuestión sobre "Salvar el Ártico" ha estado pesando sobre mi cabeza. Estoy viendo evidencia de que tiene que ver menos con la ciencia y más con lo político. Me llama la atención que esta ONG (Greenpeace) que se saca fotos con militantes del partido neoliberal argentino PRO y las sube a su página web, encuentra voceros como Mario Pergolini y lanza una cruzada para salvar el Ártico. A pocas semanas de que Telefé promocionara esta "cruzada por salvar al planeta", una joven argentina y otros activistas son detenidos en Rusia, violando leyes marítimas internacionales. Y poco a poco comienzo a ver que ahora los "detestables" rusos están en contra del planeta. Ver los mismos personajes una y otra vez levantar banderas como "salvemos el mundo", "hagamos algo por el cambio climático" y que terminan en burradas tales como violar leyes en territorio extranjero; ya comienza a generarme comezón en la parte inguinal. Mario Pergolini, recordado por, entre otras tantas genialidades, hacer cámaras ocultas sobre chicos repartidores de helado teniendo erecciones en los noventa; haber destruido la vida de Beatriz Salomón pasando al aire un video de su esposo con un travesti; en su ciclo CQC tuvo la oportunidad de enviar a "cráneos" como Gonzalito para preguntarle al Presidente Correa "dónde vendían esas camisas que usaba" (resultó ser que las camisas tenían motivos de los nativos de América), etc, etc, -un vasto currículo de genialidades teen-; decía, Mario Pergolini aparece como la cara visible de esta cruzada por el Ártico, al menos en las propagandas de Youtube, junto a demás payasos que ahorran maquillaje y por eso no los ven disfrazados.

No voy a analizar el caso de si hubo o no hubo razones para la detención de la joven argentina en aguas rusas. Analicemos mejor la ridícula causa que Greenpeace lleva a cabo: Salvar el Ártico.

Salvar el casquete del polo norte, cuya banquisa se reduce año tras año, requiere algo más que un barquito abordando a otro en el medio del Ártico. Vayamos por partes dijo el amigo Jack - que quizá sea pariente de Ockham, que también le gusta cortar por lo sano-. El hecho que la banquisa del Ártico se vea cada vez más reducida obedece a una cuestión que va desde el dióxido de carbono presente en la atmósfera terresre hasta el consecuente incremento de la temperatura del agua en los océanos, que se encuentra regulado por un mecanismo de proporciones planetarias. Una perforación más, o una perforación menos en el Ártico no detendrá el derretimiento del casquete polar. A diferencia del polo sur, que se encuentra aislado por una de las corrientes oceánicas más constantes del planeta -La Corriente en Chorro Polar- que genera un verdadero escudo en forma de torbellino continental que aisla el polo sur de vientos húmedos y cálidos; el polo norte se encuentra sujeto a la propia redistribución del calor absorbido por la Tierra que busca un equilibrio constante en la temperatura de sus océanos, distribuyendo mediante las corrientes de aire y océanicas el calor absobido en exceso en diferentes latitudes del globo. Es decir, el problema del derretimiento del hielo en el polo norte no obedece a la presencia humana en esas latitudes, sino a la emisión constante de CO2 que excede la capacidad del planeta para reabsorberlo como lo ha hecho históricamente a través de la flora marina y terrestre. El derretimiento del polo norte no es consecuencia de la exploración y extracción de combustibles fósiles en el lugar -El Ártico- sino de la constante emisión de Carbono en los paises desarrollados que están liderados por EE.UU., China, etc. Salvar el Ártico no implica idioteces como las que promociona Pergolini de la mano de Greenpeace Argentina. No hay que abordar ningún barco, no hay que tirarse de ningun avión ni zambullir en aguas heladas. Lo que hay que hacer es adscribir a un protocolo en el que todas las naciones se comprometan -especialmente los paises desarrollados- a reducir los niveles de emisión de Carbono. El  Protocolo de Kioto no fue firmado por EE.UU., sólo lo hicieron algunos de sus estados por separado. Ese Protocolo era un intento por comprometer a los estados a hacer algo por el medio ambiente. Claro, no ves a Greenpeace denunciando a EE.UU. por ser el mayor emisor de Carbono de América o Gran Bretaña por intentar perforar la plataforma continental argentina en busca de petróleo. No. En lugar de eso ves un circo en el que nos quieren meter para seguir esta lógica de que los rusos están derritiendo el Ártico, una pelotudez que solo Pergolini y Greenpeace Argentina te pueden vender. Si quieres informarte sobre el clima y cómo funciona, aquí te dejo dos documentales que te ilustran con el paradigma actual de los factores que producen el calentamiento global y los mecanismos que regulan el equilibrio climático en el Planeta Tierra. Ambos producidos y realizados a partir de los avances en la ciencia del Primer Mundo, o sea los Paises Desarrollados. En ninguno de ellos dicen que Rusia, específicamente, esté poniendo en peligro la banquisa del Artico.

La ignorancia es la madre de todos los males.



Documental narrado por Liam Neeson sobre la maquinaria del clima.



Documental de National Geographic emitido por Discovery. Basándose en la última tecnología satelital, construyen un relato nuevo sobre cómo se sostiene el tejido de la vida en la Tierra.



Cámara oculta del teen Mario Pergolini introduciendo ideas geniales en la TV de aire.