jueves, 26 de noviembre de 2015

Capitán Phillips (Película). Análisis de su narrativa.



La primera escena abre con el Capitán Phillips en su casa controlando sus documentos antes de salir a trabajar. El silencio en el interior en contraste con el ruido ambiente exterior priman en toda la escena.
Camino al aeropuerto la esposa y él hablan de lo rápido que se mueve el mundo. A Phillips le preocupa que uno de sus hijos no tome los estudios seriamente. "Hay mucha competencia ahí afuera," le dice a su esposa. "50 tipos compiten por el mismo trabajo." Su retórica es bastante conservadora, resaltanto las ventajas que se tenía en el pasado; sólo tenías que agachar la cabeza y esforzarte para conseguir un puesto de capitán. La conversación termina con una frase de la esposa que se repetirá a lo largo de toda la película: "todo saldrá bien, ¿de acuerdo?"
Toda la primera escena muestra un mundo civilizado, con un capitán de la marina mercante camino al aeropuerto para ir a trabajar.

La escena cambia a Somalia. Tiendas en el  desierto con somalíes vistiendo las clásicas ropas occidentales, musculosas, shorts, camisas. Una precaria occidentalización trunca por razones que sobra explicar. Algunos somalíes están armados. De repente aparecen tres camionetas que vienen zigzagueando en la arena. Se respira cierto caos en el aire. Niños y mujeres salen corriendo. No es previsible lo que ocurrirá. Más gente con armas baja de las camionetas. Comienza una discusión por diniero entre disparos que matizan la conversación. De repente, se nos presenta una imagen familiar al mundo occidental. Más de 50 personas ofreciéndose para ir a secuestrar un barco. En cierta forma, se parece a la frase del capitán Phillips: "50 tipos compiten por el mismo trabajo." Y vemos que occidente está más que presente en el mundo árabe.  Por supuesto, el reclutamiento para el trabajo carece de la estétíca de una oficina, un escritorio, corbata y formularios; pero su espíritu es el mismo.
Las lanchas y la nave nodriza denotan precariedad. Todo es prácticamente viejo y se muestra  poca tecnología. Todo es viejo y rudimentario, como si esta gente sobreviviera de desperdicios del primer mundo.

La escena pasa al puerto de Omán, de donde debe zarpar el barco Maersk Alabama. El montaje de la escena en la que zarpa el barco sugiere que el trabajo de salir del puerto está dominado por la técnica. Ordenes precisas que son ejecutadas en tiempo y forma para que el coloso -el barco de carga- zarpe del puerto. La música eleva el tono de la escena que acompaña todo el proceso hasta que el "gigante" se encuentra solo en mar abierto.
Aquí nos encontramos con un símbolo. Occidente está represntado en este navío mercante de proporciones gigantescas. No se mueve velozmente pero deja una estela inmensa a su paso, tanto que destruye el motor de una lancha pirata la primera vez que los somalíes lo intentan abordar. Aquí surge un contraste importante. El coloso, que simboliza el comercio internacional, la ayuda a los paises pobres, y por otro lugar las lanchas insignificantes, que van tras el botín que representa el barco. El barco representa en cierta forma el sueño americano. Lo majestuoso, lo colosal, la tecnologia y dominado por la técnica. Las lanchas representan la insignificancia de los pueblos tercermundistas, su impericia, su improvisación, su nimiedad, su pequeñez. Aún así, producto de su desesperación y la condiciones de vida, ésto los hace más tenaces en su cometido de abordar al coloso. Es una hazaña que se produce por la necesidad imperiosa de subsistir -al mismo tiempo se permiten poder "soñar" con ser ricos y viajar a los países centrales-, no por la capacidad técnica de los somalíes. En cierta forma, los piratas son producto del mismo occidente, de la desigualdad que genera.

El barco somalí representa los despojos, lo casi obsoleto, la pequeñez, la precariedad. No hay demasiada planificación en la empresa que llevan adelante. Van "a la pesca."

Al elegir el barco se ve un patrón. Todos los barcos viajan casi juntos. El Maersk Alabama se encuentra solo. Ésto es notado por el capitán de la nave nodriza pirata quien dice "no podemos atacar una manada." Luego prosigue "Éste está solo." Sigue una lógica de predación. Atacan a aquel que no se encuentra protegido por la manada.

El director muestra al "coloso" navegando solo en el océano. Quizá un símbolo de las potencias mercantes cada vez mas escindidas del mundo. Llevando su preciosa carga en manos de unos pocos marineros. Otro símbolo de la riqueza mal distribuida. 200 metros de eslora ocupados por apenas 20 tripulantes.

Los piratas realizan un primer intento de abordar el barco sin éxito. Luego de dirimir diferencias (uno de los jefes mata a al otro jefe de la lancha), los piratas se encuentran en mejores condiciones para alcanzar al coloso, con dos motores en una sola lancha. Hay una cierta lógica darwiniana. El más fuerte triunfa en su cometido. Aún si ese cometido es de resultado incierto todavía.

El primer intento de abordaje deja a la tripulación inquieta. Ante el peligro de amotinamiento, el capitán Phillips los controla diciendo que si no les gusta, se bajan y se van a casa en avión desde el puerto de Mombasa. Aquí vemos al Capitán Phillips haciendo uso de la misma lógica que deploraba en la primera escena. El capitán sabe que están haciendo cola para subirse a un barco de ultramar en busca de trabajo. En la primera escena dice "50 tipos compitiendo por el trabajo." Bien, es la lógica que le sirve para aplacar cualquier intento de amotinamiento. Si no trabajan, se bajan. Alguien ocupará el lugar que dejen.

El segundo intento de abordar el barco es existoso, los somalíes logran subir al Alabama. Al abordar el coloso, Muse, el jefe de los somalíes, le pregunta por el origen del barco. El capitán le responde que es norteamericano. Los piratas somalíes festejan al unísono. A continuación Muse hace una pregunta más interesante: "¿y tú, eres yanqui?". "Sí," dice el capitán Phillips, "yanqui-irlandés." Es preciso notar que Muse decide llamarlo "irlandés." Muse elige, de alguna forma, ver su "otro" más afable, su mejor parte. Podría haberlo llamado "yanqui-irlandés," pero en lugar de eso resalta su otra pertencia, la irlandesa. Esta suerte de negación de su pertenencia norteamericana deja más en relieve el sentimiento negativo hacia EEUU.

Es preciso notar que antes de que los piratas lleguen al puente de mando, el capitán Phillips les dice por radio a la tripulación que se encuentra en el cuarto de máquinas: "quédense juntos, y estaremos bien." Es una frase repetida constantemene, como un latiguillo que denota la fe en que las cosas se van a arreglar.

La misma frase es usada por los captores, y refuerza su ambigüo significado. Muse dice, "tranquilícese. Sólo es un trámite. Cuando nos paguen, todo va a estar bien." Esa frase que puede significar dos cosas, puede que todo salga bien, o puede que todo termine en una bañera de sangre. Esas dos cosas significa.

Muse comienza a recorrer el barco guiado por el Capitán. Ante un incidente en el que uno de los captores se corta el pie descalzo con vidrios, Phillips regresa al puente de mando con el herido. Muse se queda a buscar a los encargados del cuarto de máquinas y es capturado por ellos. Por radio se comunican con el puente de mando y quieren negociar que los piratas se bajen a cambio de devolverles a su líder con vida. Phillips negocia darle 30 mil dólares a cambio de irse. Le pregunta a Muse -en manos de los maquinistas- si acepta. Estos obligan a Muse a aceptar mientras le apuntan con un arma y lo sujetan desde la espalda. Muse dice "tenemos trato." Es sutil pero importante esta escena. Así es como se negocia con las potencias, con las manos atadas y amenazados. Las potencias que después se asombran cuando, en mejores condiciones, los oprimidos toman otras decisiones.

"30.000 US$ no es nada. Yo quiero millones" dice el más violento en árabe después de negociar que se bajen del barco si le entregan a su jefe Muse. Muestra que las fantasías de estos piratas están modeladas por el discurso norteamericano neoliberal. El sueño de tener, y tener mucho. No son fantasías modeladas por la cultura africana, son fantasías del primer mundo. En este sentido, estos piratas no son producto de África, sino de los propios paises centrales que inoculan estas "fantasías" de ser millonarios en los pueblos de la periferia.

A su vez, el somalí deja entrever su diferencia con los protagonistas occidentales en su, a veces, inocencia a la hora de negociar. Intenta no dejarse engañar, pero siempre logran mentirle de alguna forma. Muse también tiene cierta piedad para con el capitán, cosa que los rescatistas de la armada norteamericana no van a demostrar para con ninguno.

En la escena donde se intenta intercambiar a Muse por el Capitán, algo sale diferente a lo planeado. Los somalíes se llevan al Capitán en el bote salvavidas con ellos. Es de esperar esta decisión que la tomó Muse, pues de haber negociado libremente, se podría haber llegado a otro arreglo. De todas formas, todo parece ser de resultado incierto.

"Tu cara parece asustada, pero todo saldrá bien. No te voy a lastimar," le dice Muse a Phillips mientras inician su travesía hacia Somalia en el bote salvavidas. Estas palabras muestran la humanidad de Muse. Tratar de tranquilizarlo.


"Mentiste irlandés. Tu barco no está roto. Ellos van a Somalia también. Más dinero."

El joven que es curado es el único que atiende el pedido de agua del capitán Phillips. Es un joven de 16 años. Esto muestra la humanidad del joven. Devuelve la forma en que se lo atendió.

Abrimos la escotilla para tu gente. No irlandés. Sin trucos.

"Problema. No hay problemas, irlandés. Todo saldrá bien." llama el jefe diciendo que lleven al capitán a Somalia o no regresen.

"No quiero su comida, quiero su dinero." La prédica del sueño norteamericano y las fantasías que genera en las poblaciones pobres.

"Irandés. No te preocupes. Todo saldrá bien."

"Siempre quise ir a Norteamérica. Ir a Nueva York. Comprar un auto."

"No eres un simple pescador. No eres un simple pescador". Máximo punto de tension. helicóptero. Seals. Amenazan con matar al capitán. Se habla del respeto del enemigo. "yo sé como lidiar con los norteamericanos" (y se vuelve extremista)

Toma el mando Seals. "Vengo a hablar de su dinero" Así arranca con una mentira, dice ser el negociador. En realidad es el ejecutor.
"El hombre del seguro" dice el captor, como si reconociera el procedimiento de otros rescates, pero gravemente equivocado

"Ya hablamos con los ancianos de su  tribu y vienen para aquí a negociar un trato, un intercambio" Otra mentira.

Uno sospecha que es mentira. El más violento.


"Todo está bien, Irlandés. Todo saldrá bien." Antes de ir a negociar al destructor.

Diálogo entre Muse y Phillips. "Tengo jefes. Tienen reglas." "Todos tenemos jefes." "Debe haber algo más que ser pescadores y secuestrar personas." "Quizá en Norteamérica, irlandés. Quizá en Norteamérica."


Le alcanzan una remera anaranjada al capitán Phillips diciéndole que es para que esté "saludable", necesitan que se encuentre "saludable" y por eso debe ponerse la remera. Traducido sería: póngase la remera anaranjada, así lo vemos bien y no lo matamos cuando le disparemos a los árabes y pintemos el bote con su sangre. Esa es la traducción de "lo necesitamos saludable." Las palabras no significan lo que parecen. Nada de lo que dice la Marina norteamericana es cierto. Todas las frases tienen un significado más siniestro del que a simple parecen tener. Aún cuando Muse les pregunta "le dispararon a mis amigos," el marín le responde "el capitán Phillips fue liberados. Sí, tus amigos están muertos." No asiente directamente a la proposisión "matamos a tus amigos", sino que antepone "el capitán Phillips está libre", siendo la justificación a todo otro evento.

"Todo va a estar bien" le dice el soldado de la marina encargado de llevar a Muse al barco norteamericano para negociar la liberación.

"Su capitán sabe lo que hace. Ahora les darán su dinero"  Phillips a los captores en el bote

Phillips comienza a ecribir una carta a la familia. Podría creer que van a morir todos. Sólo el sistema sobrevive.

Phillips entra en desesperación y lucha contra el captor

¿Pueden ver eso? ¿Pueden oirme? - Phillips


Captor "Todo lo que nos dijeron fue mentira"
"Nos van a matar a todos. Y él está detrás de todo ésto."

Los ejecutan a los tres del bote y lo bañan con su sangre al capitán Phillips quien lleva los ojos vendados. Pregunta "¿Qué fue eso?" Corre como puede la venda de sus ojos y ve a los tres ejecutados en el bote. Sin música de fondo.

Phillips grita. Es llevado casi en shock emocional. Se mezcla el sutil mensaje de "Si te capturan, llevaremos el ejército a rescatarte". Pero al mismo tiempo hay un mensaje amargo. El precio del rescate.

Muse: "¿Le dispararon a mis amigos?"  Fulano: "El Capitán Phillips fue liberado. Todos tus amigos están muertos, sí. Se terminó. Vas a Norteamérica ahora." Mientras es esposado y le leen sus derechos y la acusación de piratería.

Capitán Phillips por su parte es atendido por una enfermera casi en shock emocional. Se preocupa de asistirlo y evaluarlo para asegurarse que esté bien. Capitán Phillips se quiebra y comienza a llorar desconsoladamente.

¿Toda esa sangre salió de su ceja?, Capitán Phillips mira su cuerpo manchado en sangre:  "No, no, no. No toda" "Esa no es mía" dice con un llanto histérico. Repiten constantemente . "Bien, está bien. Está bien" "Está a salvo capitán ahora"

Sabe mi familia. --- Su familia sabe que está bien y podrá llamarlos tan pronto como sea atendido.


Nadie pregunta por la familia del pobre bastardo infeliz que tuvo la mala ocurrencia de secuestrar el barco.



Cuando el capitán inicia los simulacros para practicar, los tripulantes lo toman con naturalidad pero no ven la necesidad. De hecho los tripulantes no parecen conocer el riesgo de la ruta.

Todo va a estar bien


Te miente.
No me engañes.


"¿Está bien? ¿Está bien?"  repite el marín al capitán Phillips. Es de lo que todos se preocupan. Que todo esté bien. Y según el mensaje, todo está bien pues el capitán de la marina mercante está a salvo. El sistema está bien. Todo estará bien para seguir con el mismo paradigma comercial mañana. Triunfó el sistema por sobre unos inadaptados somalíes que querían "hacerse la américa" a costa de "norteamericanos". Todo está bien. Un ejemplo a los demas piratas y el sueño de "la armada vendrá por tí, así sea uno", un mensaje casi bíblico.

sábado, 31 de octubre de 2015

Con estos nenes no se juega

Te dijeron que hay que liberar el cepo para que compres dólares. Ya podés comprar dólares, un porcentaje de acuerdo a tu sueldo para destinarlo al ahorro. Ningún trabajador tiene más capacidad de ahorro que lo que ya tiene permitido para comprar dólares, pues su dinero está destinado mayoritariamente al consumo.

La verdad sobre liberar el cepo al dolar es para hacer compras millonarias que sólo las corporaciones pueden hacer y así vaciar las reservas que tenemos en el Banco Central. Una vez que aseguren su capital en dólares, devalúan, es decir llevan el dólar a 13,50$ (lo dijo Melconian, uno de los economistas del PRO). Si antes podías comprar poco con tu salario, entonces podrás comprar menos. CON ESTOS NENES NO SE JUEGA.

Pero la devaluación no sólo significa que vas a tener menos capacidad para comprar dólares, también incrementará tu costo de vida, ya que disminuye tu poder adquisitivo en un determinado porcentaje. Si antes el almuerzo te salía tanto dinero, entonces te va a salir más.

Pero no termina ahí, como tienes menor capacidad de compra, entonces vas a comprar menos. Si compras menos, el almacenero vende menos, los proveedores del almacenero venden menos, las fábricas de los proveedores venden menos. Tu fábrica tiene que producir menos. ¿Qué pasa? Sí, si la fábrica produce menos, sobran compañeros en tu fábrica, así que hay que echarlos.

Seguí esta lógica: dólar a 13,50, es devaluación, frena el consumo, que es muy malo para comerciantes e industriales. Al freno del consumo se suman los despidos. Más freno al consumo. A la inflación existente se le suma el estancamiento productivo, lo que significa que hay menos trabajos, aumenta el desempleo y sigue con malestar social de gente que se ve obligada a salir a protestar.

Pero esto es simplemente una modificación en un número del precio del dólar. Sumale lo que la gobernadora electa María Eugenia Vidal ya anunció para Educación en Buenos Aires. Recortes al Sistema Educativo en un 30%. 2000 despidos inmediatos. 2000 personas que van a dejar de consumir de tu negocio, del producto que fabrica tu empresa. Que se suman a la devaluación que ya hablabamos.

Pero revisá otra vez como generaron en vos la conciencia que querían. Te convencieron que tu problema era el cepo. Bien no lo es. Te dijeron que iban a mejorar Educación y despiden el 30% del personal.

Pero esto recién empieza. Preguntate ¿Para qué reducen el Personal en Educación si prometían mejorarlo? Sí, supongo que ya sabés. El Sistema Educativo de la sociedad que representa María Eugenia Vidal es el que actualmente se encuentra compuesto por la mitad Educación Pública y la otra mitad Educación Privada. Es el actual estado del Sistema Educativo en Ciudad de Buenos Aires, si fuiste a la Universidad como yo, sabés que esos datos se manejan en pedagogía o cualquier materia que analice el Sistema Educativo.

Empecemos otra vez, disminuyen tu poder adquisitivo, podés comprar menos, despiden gente y te proponen un Sistema Educativo que va a privatizarse para mejorarlo. ¿Con qué lo vas a pagar?

Pero vos pensás que esto es el final, ni lo sueñes. Porque no sólo lo van a hacer, pero como vos consumís la información por los medios concentrados que es de la forma en que siempre te informás, te van a decir que esto es el resultado de la administración del gobierno anterior. Y te lo vas a tragar, te vas a tragar cada verso que te metan, hasta que un día te levantes y vengas a decirnos: cómo puedo recuperar mi trabajo.

Pero vos crees que todavía tenes posibilidades de luchar. Es ahi cuando te abren las Importaciones (productos hechos afuera), ahí te terminan de liquidar a vos, a tu patrón -que podía ayudar a organizarlos- a toda fábrica que produce y da empleo en Argentina. Los liquidan trayendo productos hechos afuera que no dan trabajo aquí para elaborarlo, y los pocos que quedan con poder adquisitivo -en su mayoría prestadores de servicios, empresas del sector privado que ya están llevando la riqueza monetaria del país afuera- van a tener acceso a tecnología y productos, mientras vos, desocupado, sin poder de organización, vas a mirar cómo es el País de Macri. El País de unos pocos y el país de la concentración. Ese país que te cuentan de los 90, a ese país lo vas a poder ver de cerca. CON ESTOS NENES NO SE JUEGA.



VOTA SCIOLI 

lunes, 23 de febrero de 2015

Nisman ha muerto, pero Cabezas vive

Muchos han querido comparar el caso Nisman con el de Cabezas. De hecho, es lo más parecido que hay. No por el tinte mafioso de quienes pudieron perpetrar el crimen, si es que lo fue en el caso de Nisman, sino que tanto en el caso Cabezas como en el de Nisman, al periodismo no le interesa quienes fueron los responsables. Es un deseo que se evidencia en frases como "quizá nunca sabremos," "quizá este caso nunca se resuelva," "con esta justicia..." El eje está puesto en tirar nombres y ensuciar todo lo que se pueda. Las pruebas son un mero invento de la justicia, no se necesitan en la farándula periodística. No interesan los responsables reales del crimen, sino los crucificados mediáticos que se construyen desde el relato de los medios.
Es en este punto donde siempre me detengo a reflexionar, ¿supimos si Yabrán fue el que ordenó la muerte de Cabezas? No. Hasta donde sé no hay un fallo judicial que así lo diga. Sólo hay certidumbre de gente que tiene información "confiable." Si fulano dice que fue, fulano sabe más que nosotros. El caso dejó de interesarnos desde el momento en que Yabrán se convirtió en occiso.
Y vaya coincidencia, parece ser que el suicidio es la única salida de la presión mediática en este país. Desde los medios te arruinan la vida pública, te condenan desde los estrados de los noticieros sin pruebas; sólo basta una presunción y la capacidad de direccionar la opinión pública en la dirección del "demonio correcto." En el caso particular de Nisman, la presión pudo venir de la situación de verse atrapado entre la excitación de los medios ante una denuncia que no prometía cumplir las expectativas, y la capacidad de resiliencia de un gobierno que no parece moverse un centímetro, convocándolo a una audiencia pública para el escrutinio de todos los ciudadanos. Estar en el medio de estos colosos puede aplastar tu existencia. Pero ésto es sólo una teoría, nada está probado.
En el caso Cabezas, un empresario cercano al menemismo fue aplastado antes de una condena. La intención última de esa movida mediática era horadar el poder político del entonces presidente. ¿A alguien le interesó averiguar si la personalidad de aquel empresario tenía tendencia al suicidio? No, el fiambre redimió todas las culpas. Fin del caso. Los medios dejaron bien en claro quién mandaba.
En esta nueva coyuntura política-mediática, si analizamos la cadena de sucesos previa al deceso -hasta que sepamos cual de los "-cidio" sea- de Nisman, notaremos que ya no servía atacar allegados al poder ejecutivo, eso no funcionaba para debilitar la cabeza del gobierno, sino que dirigieron sus cañones directamente hacia la presidente. El caldo de cultivo ya venía siendo fermentado desde hacía rato. Ya no se necesitaban intermediarios, aunque agregaron a personas como D'Elía -que no es funcionario-, Larroque, y Timerman. Esta vez no bastaba sólo con dinamitar su entorno, como lo fue en su momento un segundo como Boudou, ni a un empresario como Baez. Todos ellos constituyen el andamiaje para un último golpe. El gobierno fue el responsable, Cristina lo mató. Entonces, ahora, basados en estas construcciones mediáticas, tenemos al vicepresidente, y a Baez, y a D'Elía, y a Larroque, y a Timerman; todos como antecedentes de un gobierno corrupto y perverso. Todo sobre la base inconstitucional de la "presusnción de culpabilidad." ¿No es llamativo la reactivación de una causa como la de Boudou en plena investigación sobre la muerte de Nisman? Causas como la de Boudou y Baez ya tienen veredicto, que no salieron desde las cortes, sino desde los estudios de televisión. Así, la condena mediática a la actual presidente se construye sobre casos de corrupción en su gobierno "probados", no en la justicia, sino en las cortes de la pantalla chica, la televisión.
He aquí el parecido entre el caso Cabezas y el caso Nisman. Los culpables no se encuentran en base a pruebas judiciales, sino en base a la elucubración constante de "respetables" periodistas: presunciones, testigos claves que caen en paracaidas, hipótesis elaboradas por barrenderos -sin desmerecer su oficio-. Y funciona. No importa si Nisman se suicidó o si lo mató el arma que se encuentra registrada a nombre de Lagomarsino, que dicho sea de paso, no declaró -sí, entiéndase bien, el dueño del arma con el cual se efectuó el disparo en la cabeza de Nisman, no declaró-. Nada de lo que digan las pruebas judiciales importan. Importa el "sentir" de la gente.
La razón y el método científico no importan. Todo eso que constituye el debido proceso es secundario. Lo importante es lo que se "sospecha," confirmado mediante encuestas de lo que "cree" la gente. En este sentido, la gente jamás se equivoca. Sólo se equivoca si vota a un representante que defiende los derechos de los trabajadores. Ahí sí el "populismo se equivoca." El populismo mediático siempre tiene razón en tanto y en cuanto "crea" en tesis infundadas, sin pruebas, sin juicios; siempre que sea capaz de rumear "supuestos" a la hora del almuerzo o la cena. Si el pueblo cree que el culpable es un señor X propuesto desde el poder mediático, entonces el pueblo es sagrado. Su silencio, sólo interrumpido para repetir como robot las fantásticas tramas mediáticas, es incontestable. Un pueblo mudo e indignado. La panacea del lado Magnetto de la vida para todos los males del país.
Pues verán que poco importan las mafias en Argentina, ellas nunca van al banquillo de la justicia. Los culpables se señalan desde las cámaras de TV, no desde las judiciales, los fallos son dictados por los medios, no por los jueces. Este es el oprobio del poder judicial en la actualidad -ya que estamos, ¿alguien sabe de la vida de Lorenzetti?-. Los medios le disputan a la justicia su capacidad para dar veredictos. La justicia tarda mucho, y sus veredictos no le gustan a "la gente." Los medios son más expeditos y se ajustan a las necesidades del "ciudadano de a pie." Los medios entienden a "la gente" mejor que la justicia. La gente quiere pena de muerte, quiere lichamientos en plaza pública, quiere un funcionario siendo azotado semana de por medio y que el espectáculo sea público. La gente quiere volver a la edad media, y los medios les van a conceder el deseo.
Tal es el poder de los medios. Poder que día y noche se niega desde las mismas cámaras. Niegan difamar, niegan condenar, niegan insultar; y al mismo tiempo que niegan, hacen un espacio para hacerlo. Todo ésto mientras asentimos a las propias contradicciones que nos proponen.
Confunden, dicen, desdicen; así es como cortan el hilo de análisis de la realidad, imponiéndonos un sentido común distorsionado, olvidadizo, deshistorizado. Si no habla es porque esconde algo. Si habla después es porque quiere tapar algo, algo que fue la razón por la que no habló en primera instancia. Este cuasi silogismo corrompido es el laberinto del que no podemos salir. Una lógica que degeneró en la inconsistencia como soporte de la razón, y tomada como una matriz para hallar verdad. Asistimos a la reedición de las Brujas de Salem.

La guerra todavía es cultural y es por la apropiación de la realidad. Esta guerra no quiere decir dejar de ver películas extranjeras como Rápido y Furioso, que es una burrada en sí misma, o dejar de leer libros de la vieja Europa o cerrar las puertas a la cultura extranjera para empaparnos sólo de la cultura latinoamericana. No. La guerra cultural que tenemos que librar está en revisar nuestra propia lógica discursiva diaria. La lógica de no hablar, de no problematizar, de no ser críticos, de no argumentar, del silencio. Esa guerra cultural no se gana cerrando las puertas a la cultura foránea. No. Esa guerra se gana revisando nuestros propios discursos conformistas. Señalando la ceguera cuando por un paquete de yerba, el anciano de la casa deja de ver la recuperación de los salarios de los jubilados en la última década. El enemigo en esta lucha está adentro. Está en discusiones en apariencia nimias, como el precio de un churrasco del cual después comemos la mitad y se lo tiramos al perro. Ahí está la guerra cultural. En ese lechoncito de clase media que corre el riesgo de morirse de un infarto sentado frente al televisor mamando odio sin cortes y que cuando hay que llevarlo al hospital tenemos que oir a la mami y a la enfermera culpando a la yegua de la Kretina porque al gordo casi se le para el bobo.  Ahí hay que presentar la espada y mostrar su filo, no en la calle.
Esta guerra se gana argumentando. Las pruebas son los hechos, y sirven en tanto y en cuanto se argumente bien. Ese ha sido el fuerte de éste gobierno. Así que a argumentar. Si no argumentan, puede que en algún momento encuentren un Yabrán que pague por todos, incluso por los verdaderos responsables, aun cuando el crimen haya sido devolverle la dignidad a los excluidos y a la función pública que está ahí para cambiar su realidad.