martes, 27 de mayo de 2014

El sueño continúa

"Lo que es cierto en nuestra mente, es cierto. Lo sepa la gente o no." - Más allá de los sueños (What dreams may come)
"Te mantienen despierto, soñando los sueños de alguien más." - Electrical Storm, U2

Uno, dos, trecientos mil. Digamos que es difícil de contar, hasta para el más sofisticado dedonómetro. Un 25 de mayo, en una Plaza de Mayo, celebrando aquel histórico mes de mayo. ¿Y qué vimos? Nada menos que una contundente muestra de VOLUNTAD. Sí. Es triste pero cierto. Con todas esas horas incontables, más de trecientas mil quizá, de crimen, homicidos, trenes destrozados, las ruinas de un Estado en banca rota, inflación, escasez y más escasez de dólares, la mitad de la Argentina bajo el umbral de la línea de probreza según la Iglesia Católica, y un futuro anunciado de pestes, hambrunas e invasión de extraterrestres, posiblemente con un asteroide cayendo en la dulce espera; este maltrecho gobierno se yergue sobre las ruinas con una Plaza de Mayo colmada hasta el campanario de la Catedral FESTEJANDO.
Debe ser un chiste. Y uno muy bueno. Porque al parecer el tan predecido final no se ve en ningún lugar sobre el horizonte. ¿Cómo es posible? ¿Cómo es posible que la REALIDAD no sea más que el mero reflejo de deseos inconfesables de Gerentes de Canales? ¿Estarán llendo a terapia? ¿Estarán tomando los medicamentos? No. Esta gente está por encima del sistema. No caen presos de sus grilletes. Si uno se dirige a un diccionario y busca la definición de ESQUIZOFRENIA, encontrará que dice "Corte total de un sujeto con la REALIDAD". Sí. Aunque es una definición inacabada. Se podría agregar que también es "corrimiento de los sentidos en el lenguaje, impidiendo al sujeto aprehender la REALIDAD, sujetarla y darle forma." No es tan difícil diagnosticarla, si consideramos que ahora los médicos tienen su consultorio en TN. En la década del 50 se la trataba con electrochoque y altas dosis de INSULINA. Sí. Fueron comienzos difíciles. Ahora sabemos que nada eso la cura. Por un lado es mejor, son dos cosas menos para experimentar sobre el cerebro. Pero había que probar. Sino pregúntenle al premio Nobel en economía John Forbes Nash, quien vivió casi toda su vida temiendo un ataque de Rusia con armas nucleares a EE.UU. ¿Dónde creen que Nash encontró ese temor? ¿Tirado en una esquina perdido? No. Ese temor lo encontró en cuanto medio informaba a la sociedad norteamericana. Y ni mencionemos el hecho de que su trabajo daba por tierra con el dogma de Adam Smith. Pobre, quedó más solo que Magnetto en el día del amigo.
El problema con la psiquiatría es que no se funda sobre una "teoría general", no define al conjunto de la sociedad, sino que opera sobre los individuos, sobre cada sujeto en particular. No podemos llamar esquizofrénico a un DIARIO, porque un diario no es un sujeto, sino un MEDIO construido a partir de una visión común de varios sujetos, digo común porque siempre alguien marca la editorial discursiva. De esta forma, los MEDIOS nos presentan la REALIDAD. Si uno no ve esa ralidad, en consecuencia, está loco, término vulgar que generaliza todas las patologías mentales. Decimos que el sujeto es un NEGADOR o que está escindido de la REALIDAD. ¿Pero no podrán estar locos todos los que escriben los artículos de los diarios? Porque si esta gente ve un FIN DE CICLO, y al mismo tiempo parece abrirse una REALIDAD PARALELA con una Plaza de Mayo hasta la coronilla (dejemos de lado la escusa de los colectivos ya que TN glorificaba este medio de transporte durante el acto de Moyano que tuvo menos convocatoria que un partido de ajedrez); ésto implica que alguien está caminando sobre una cornisa que puede ceder en cualquier momento. ¿Qué es cierto? ¿Que este gobierno perdió apoyo? ¿O que la Plaza de Mayo estuvo hasta la médula? Claramente la cura para mi problema es un tema de elección. No hubo nadie en esa Plaza. No vi a nadie. No conozco a nadie que haya visto a nadie en ninguna parte el 25 de Mayo. Y ya está. No necesito terpia. Tomo el diario La Nación y hay un Tedeum en la tapa. Nada más pasó. Tomo el diario Clarín y hay un Tedeum en la tapa. Nada más ocurrió. Siempre leí esos diarios y siempre los voy a leer. Nada más existe. Punto. Vos hacés la tuya, yo hago la mía, dijo el loco.

Creo que algunas patologías están cada vez más aceptadas en nuestra sociedad. ¿No lo cree? Será mejor que lo crea, pues usted puede estar sufriendo de esquizofrenia y no lo sabe. Uno debería sentir pudor en tratar tan banalmente las patologías mentales que pueden estar aquejando a tantos que buscan remedio en la psiquiatría. Yo mismo me resisto a psiquiatría y al psicoanálisis, pero entender las teorías que las rigen puede ayudar a ver nuestras propias conductas más criticamente. Pero al existir un Nelson Castro con título médico diagnosticando verduras por un medio masivo de comunicación, siento casi el deber de seguir su ejemplo y trivializar el paradigma de salud mental de la sociedad capitalista que se apoya sobre el modelo NORMALISTA de la sociedad moderna. Es NORMAL todo sujeto que puede ajustar su CONDUCTA a un SUPUESTO MODELO de conducta deseable; deseable y funcional en la sociedad. NORMAL es robarle la plata a tus socios y a tus empleados. NORMAL es tener los empleados en negro y no pagar impuestos. NORMAL es que la gente PAGUE EXTRA para ver su espectáculo favorito. NORMAL es insultar a un tipo en silla de ruedas o a una embarazada argumentando que el pobre infeliz se cortó las piernas para tener prioridad en la atención o que la muy puta se preñó para cobrar una platita. Eso es NORMAL. Si usted no configura su conducta a este SUPUESTO MODELO, usted no está apto para vivir en sociedad. Por lo tanto tenemos que tratarlo y medicarlo para que cumpla con todas estas NORMAS.
Esta NORMALIDAD nos lleva a cuestionar al INDIVIDUO; no al SENTIDO COMÚN, lo NORMAL, lo ESTABLECIDO.

Es tiempo de darnos cuenta que el enemigo no son sujetos aislados que representan diferentes sectores políticos o de poder. No. El enemigo es una compleja trama de significados, símbolos, valores que ESTRUCTURAN NUESTRA REALIDAD, y le dan forma. Es una trama de eslogans y frases hechas que nos acechan constantemente para entrometerse en nuestro lenguaje social. Esas palabras, esos símbolos son nuestro enemigo. No quienes las pronuncian o los usan. Las personas son atravesadas, conquistadas por los discursos, por ese complejo ENTRAMADO SIMBÓLICO. Pablo Freire sostenía que el OPRESOR era también cautivo, preso del discurso histórico que lo atravesaba. La efectividad de dichos discursos radica en el desconocimiento del sujeto, o la incapacidad de éste para reconocerlo. Desconocen la COLONIZACIÓN DE SU SUBJETIVIDAD. Se piensan libres, a diferencia de los oprimidos que sí ven los grilletes de la realidad impuesta, una vez que se piensan oprimidos. El EXPLOTADOR carece de esa visión crítica, por la ILUSIÓN de su LIBERTAD.

 En la medida en que ese ENTRAMADO SIMBÓLICO, exista, seguiremos luchando día a día por evitar que se apropie de nuestra REALIDAD. ¿Y cuál es nuestra REALIDAD? La mía por ejemplo la determinan los fríos números. Primero, que los HOMICIDIOS en ocasión de robo están muy por debajo en importancia a las MUERTES EN ACCIDENTES VIALES, o ACCIDENTES DOMÉSTICOS. Que el DOLAR es una moneda extranjera que Rusia y China acordaron no utilizar más en su comercio bilateral -No es poca cosa siendo China una de las mayores economías del mundo-. Que si no me muestran una Plaza de Mayo llena tengo medios como para enterarme de que había gente hasta en la punta del mástil -recuerde que el cuento siempre es subjetivo-. Que la desaceleración en la producción de AUTOMÓVILES se debe, no a las políticas del gobierno, sino a una mala política empresarial que ajustó los precios de venta a un DOLAR IRREAL, y ellos mismos escupieron para arriba frenando el consumo de su producto.  Que el nuevo ÍNDICE DE PRECIOS dio 4% en febrero de 2014 -fue aplaudido por derecha e izquierda ese número-, y el mismo ÍNDICE, con el mismo método, mismo procedimiento no llegó al 2% meses después -y produjo descontento en la derecha e izquierda-. Que hay tipos y tipas que no les interesa la REALIDAD, sino que viven de EXPECTATIVAS, FANTASÍAS de caos, hambre, violencia. No leen lo que dicen los números, leen lo que sus DESEOS les dice que hay que leer.

Para concluir, debo decirles que analizar la política correctamente hoy, requiere entender las CONDUCTAS que cada sector social entiende como DESEABLES.
Pero no sólo la REALIDAD es lo que hay que analizar. Hay que analizar las FANTASÍAS, las EXPECTATIVAS. Pues son las FANTASÍAS y las EXPECTATIVAS las que nos movilizan a actuar sobre la REALIDAD, y mientras esas FANTASÍAS de caos dominen nuestra SUBJETIVIDAD, modelaremos el mundo por venir de acuerdo a los SUEÑOS DE OTROS.

El SUEÑO que está en la mayoría de la población Argentina es compartido por los miles de presentes en la Plaza de Mayo del 25 de mayo de 2014. Todos comparten la FANTASÍA de un Estado de Bienestar, de Pleno Empleo, con un abordaje inteligente de la CRIMINALIDAD en la sociedad actual.  Un SUEÑO de INCLUSIÓN, de INTEGRACIÓN  de la DIVERSIDAD CULTURAL. La FANTASÍA de la ESPERANZA de una sociedad de personas diferentes con DERECHOS que los pongan en IGUALES condiciones frente a las adversidades del destino. Un SUEÑO soñado por el colectivo social.

sábado, 10 de mayo de 2014

Una ardua jornada de trabajo



Muchos consideran que mi trabajo es indigno. Otros que es platita dulce, ya que no cuesta nada hacerla. Pero quien esté libre de pecado que arroje la primera piedra. Permítanme decirles antes que nada, que no es fácil llorar hasta cuatro veces por día. El día que murió Nestor Kirchner tenía otros tres lugares para ir a llorar. Uno era el de un gremialista que fue liquidado en un enfrentamiento entre dos facciones del mismo gremio. Otro, el de un enfermo terminal que había estirado la pata por medicamentos adulterados que no surtieron efecto. Otro era el de un niño liquidado por el paco. Pero el sobre que me había llegado para ir a llorar al ex presidente al Congreso era tan abultado que casi me desmayo al ver semejante paquete; parecía iba a reventar en cualquier momento cual piñata en un cumpleaños infantil.  No podía negarme a tamaño envoltorio lleno de lana. Es así que el inesperado evento requirió la cancelación de mis otros tres pedidos lloratorios, ya que esta ceremonia demandaba de toda mi atención, debido a la repercusión mediática que iba a tener. No iba a pasar como un principiante. No. Eso redundaría en menos contrataciones, y mi carrera de llorón profesional se encontraba en evidente ascenso -juzgando por el elemento sobornífero-. Hasta no llorar a alguien en ShowMatch no paro.

Como todo trabajo, llorar debidamente a alguien requiere preparación y herramientas. Soy casi un artista en lo que hago. De hecho, algunos me preguntan si no quiero hacer plata más fácil todavía trabajando en cine o TV. Por supuesto que siempre contesto lo mismo: nadie te va a pagar en el cine como lo hacen los K para llorar a un militante. Imaginate a un dirigente. Aunque llorar en TV garpa mucho, especialmente durante el prime-time.

Sobre en mano, me dirigí a mi estudio para prepararme. Tiré el paquete en la bóveda junto a los demás, y procedí a llamar a algunos maquilladores profesionales. Para que los lagrimones sean debidamente tomados por la cámara, requiere una base que refleje la luz; de esta forma, la gota que rueda cuesta abajo por los surcos debidamente acondicionados y lubricados de la cara, se ve decorosamente iluminada y es resaltada en todo su esplendor. He recibido críticas muy favorables sobre mi trabajo. A veces parece que son dos gotas las que caen, a lo cual siempre digo que es producto de la brillante tarea de ciertos maquilladores a los que debo ceder parte de mi sobre. Nunca dejo esa tarea a los inexpertos de las productoras de TV. Esta ocasión requería a un Picasso del make-up. Debía maquillarme con un/a estilisto/a de renombre para estar a la altura y que la gota salada ocupe un lugar estelar en la pantalla.

Entre pitos y flautas, habré estado media mañana preparándome para que el moco salte ni bien tenga un primer plano. Preveía una catarata de secreciones glandulares, y a fin de prevenir una deshidratación, tomé recaudos: una damajuana de vino llena de agua mineral -mi actividad es cada vez más profesional, antes le entraba al vino puro, pero la competencia es feroz y por ello debo mantenerme sobrio-. Por suerte había mucho lugar en el Congreso para esconder el recipiente con el líquido de repuesto y evitar así desvanecerme en pleno show; una recaida durante mi trabajo podría disminuir mis contrataciones; en consecuencia, eso significaría menos sobres. Entre los pasillos del otrora derruido edificio, me crucé con la indeseada comptencia: Fuerza Bruta. Esta gente está metida en todos lados, y según la Doctora Carrió, se especializan en funerales. Criaturas despreciables a la hora de manotear un sobre.

Recuerdo con cierta patente (¿o era la frase "bien patente"?) de auto 0km, que casi se me cayó la bolilla de un ojo ese día. Dos lagrimones más y me quedaba ciego. Sin embargo, debido a los comentarios posteriores, tengo la sospecha de que mi trabajo tuvo algunas fallas. Dicen en el ambiente artístico que se notó mucho mi impostada aflicción. No parecía un compungido genuino. El compungidómetro marcó bajo, y el rating se vio afectado.
De cualquier forma, creo que aún tengo mucho por aprender, y cada vez que veo televisión, me siento con más fuerza de seguir adelante ya que muchos no me llegan ni a los tobillos a la hora de tomar un trabajo con el profesionalismo que un buen y jugoso sobre bajo la mesa requiere.


Contrataciones: 0-800-TE-LLORO-TODO-UN-RÍO
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