miércoles, 26 de septiembre de 2018

Grabois, senegaleses y la letra que será estudiada


Grabois hablaba hace unos días del reduccionismo de los medios a "marcar con una letra" (como se marca un ganado) a cualquiera que se pare en la vereda de enfrente, Es una mecánica parecida al nazismo con los judíos y los comunistas con los enemigos del Estado. Zizek, en términos psicoanalíticos lacanianos, le pone nombre a la categoría: "el otro no deseado." Se transforma en una dinámica de gobierno. Cuba utilizó la misma figura, "el imperialismo" y Venezuela también. Por las dudas antes que un trotsko me salte a la yugular, Zizek se formó en la ex-Yugoslavia comunista y hasta llegó a visitar Argentina durante el convulsionado período post-crisis 2001.

"El antagonismo, lucha de clases, y otras tensiones son algo inherentes al capitalismo. Modernización, industrialización, como la conocemos en la historia del capitalismo significa desintegración de las relaciones viejas y estables. Significa conflicto social.
La inestabilidad es la forma en que funciona el capitalismo.
Así que, ¿cómo resuelve (el fascismo) este problema? Muy simple. Necesitas generar una narrativa ideológica que explica "cómo las cosas llegaron a estar mal en una sociedad" -no como resultado de las tensiones inherentes en el desarrollo de esta sociedad- sino como resultado de un intruso extraño, extranjero. (En el caso de la Alemania Nazi) Las cosas estaban bien hasta que los judíos entraron en nuestro cuerpo social. La forma de restaurar la salud de nuestro cuerpo social, es eliminar los judíos." - Slavoj Zizek
De la misma forma podemos analizar la realidad del Stalinismo, la salud del cuerpo social se restauraba eliminando a los enemigos del Estado. En Cuba, a los que obedecían a mandatos imperialistas, en Argentina, a los zurdos que atentaban contra el "Orden nacional."
La mecánica fascista ha encontrado en la actualidad, una narrativa de silenciar, no ya matar, al "intruso." Se lo califica como perteneciente a un sector que es responsable de "todo lo malo de nuestra sociedad." Cuando sistemáticamente se ataca a dirigentes poniéndole una "K," es la dinámica fascista de eliminar a "ese otro no deseado," responsable de todos los males del nuestro "puro cuerpo social argentino."


Aquí Grabois y una avanzada del periodista a "catalogarlo" como un "extraño" al cuerpo social. La mecánica utilizada es encasillarlo dentro de un espacio político.



Aquí el reconocido periodista Majul empleando la misma técnica catalogando  como "el otro no deseado" a Gerardo Romano 






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